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Coming soon...
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Mi vuelta al blog (resumen de estos últimos meses)
Primero que nada quería daros las gracias a todos por las muestras de cariño que nos habéis enviado a Miranda, al Chico Pecoso y a mí durante todo este tiempo. También quería agradeceros vuestra paciencia por estos cuatro meses de parón del blog. Me apetecía disfrutar al 100% los primeros meses de vida de Miranda y también ir adaptándome poco a poco a su rutina, para ver cómo compaginar luego mi trabajo, el blog y el resto de cosas, con mi tiempo con ella.
Como no quería volver al blog ya directamente con las recetas y demás, me gustaría utilizar este primer post a modo de resumen para contaros un poco cómo han sido estos meses en los que no he podido pasar por aquí.
La llegada de Miranda
Ya os conté aquí cómo fue la llegada de Miranda y su primera semana en nuestras vidas. Tengo la impresión de que fue ayer cuando os enseñé sus primeras fotos y ¡ya han pasado más de cuatro meses! Es alucinante ver como cada día que pasa la quieres más y más...
Los últimos días del embarazo estaba bastante nerviosa por el cambio tan grande que iban a tener nuestras vidas, pero la verdad es que todo está siendo más fácil de lo que imaginaba. Quizás también ayuda que Miranda es una niña muy buena, que no llora nada (excepto a veces cuando va en coche, porque no le gusta demasiado ir tan sujeta) y que duerme muy bien por las noches, por lo que no hemos pasado nada de sueño.
Sí que es verdad que con un bebé ya no tienes tiempo para mucho más a parte de cuidar de él, pero en líneas generales hacemos una vida muy similar a la de antes, sólo que ahora cuando vamos de compras o a comer y cenar por ahí con amigos, siempre nos acompaña Miranda. Al principio, el tiempo de nuestras salidas estaba un poco limitado por sus tomas, pero en cuanto me acostumbré a darle el pecho también fuera de casa, se acabaron las prisas, y ahora me resulta comodísimo ir con ella a cualquier parte.
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1. Sus piececitos. 2. De brunch con Miranda. 3. Chupándose el dedo. 4. Con tres meses. 5. Durmiendo con su jirafa Sophie. 6. En la actualidad (4 meses). |
El postparto
Mi recuperación de la cesárea fue lenta (tardé unas tres semanas en poder caminar bien, agacharme con normalidad, etc.) pero ya estoy del todo recuperada y casi no me acuerdo de los dolores que tenía.
Al principio, como yo no podía casi moverme y Miranda estaba todo el rato enganchada a la teta, me pasaba el día viendo series. Además de las series que sigo habitualmente, me vi las cinco temporadas completas de "The Good Wife" en tres semanas (muy recomendable, por cierto). Luego ya empecé a encontrarme mejor, acabamos de desembalar las cajas que nos quedaban de la mudanza y pudimos poner en orden la nueva casa y comenzar a decorar la habitación de Miranda (que os enseñaré la semana que viene).
Sobre los cuidados de belleza postparto ya escribiré un pequeño post y os enseñaré los productos que he utilizado y que me han ido muy bien.
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1. Nuestro cabecero. 2. El salón de la nueva casa. 3. Un rincón chill-out en la habitación de Miranda. |
Nuestras mini-vacaciones
Este año, el Chico Pecoso ha tenido que trabajar todo el mes de agosto y con la niña tan pequeña no nos hemos atrevido a planear un viaje lejos, así que solamente nos hemos ido unos días a Jávea en julio y en septiembre, para salir de la ciudad y disfrutar un poco del verano. Aquí os dejo algunas de las fotos que he ido colgando en Instagram sobre nuestros días allí.
Miranda y Totoro
No sabíamos cómo reaccionaría Totoro ante la llegada de Miranda y la verdad es que se está portando fenomenal. La ha aceptado como una más y por las mañanas quiere ir a darle besos de buenos días como a nosotros. Cuando Miranda está en la hamaquita, Totoro le deja sus juguetes al lado, le da besos en las piernas y se sienta en frente esperando a que se los lance. También le llora cuando quiere que ella le deje alguno de sus juguetes (como la jirafa Sophie), nos avisa en cuanto Miranda se despierta y se acurruca junto a ella si la tumbamos en la cama. Está siendo un hermano mayor buenísimo.
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1. Totoro mirándola. 2. En Jávea, subido a su carro. 3. Acurrucado junto a ella en la cama. |
Propósitos para el nuevo curso
Me ha empezado a doler bastante la espalda de llevar a Miranda mucho rato en brazos. Tengo un pañuelo portabebés, que usamos tanto el Chico Pecoso como yo y que resulta muy cómodo porque te deja los brazos libres y reparte mejor el peso en toda la espalda. Pero, como eso solo no es suficiente, he empezado a hacer natación. Al ser bastante delgada y estar sana, nunca he tenido una motivación importante por hacer deporte, pero lo cierto es que estaba en muy baja forma y, por culpa de eso, los últimos meses de embarazo no podía ni ir al supermercado sin agotarme. Me está costando un poco vencer la pereza, pero me he propuesto para este inicio del nuevo curso hacer deporte regularmente para estar en buena forma y afrontar con energía estos primeros años de Miranda.
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1. Nuestro primer selfie juntas. 2. Aprendiendo a usar el pañuelo portabebés. 3. Las dos vestidas de lunares. |
Así que os espero el próximo domingo por aquí, si os apetece ver cómo hemos decorado la habitación de Miranda.
¡Besos a todos y feliz domingo!
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La habitación de Miranda
Ya os había enseñado algunos detalles de la habitación de Miranda a través de Instagram, pero tenía muchas ganas de volver al blog para poder enseñaros por fin las fotos de la habitación completa.
En la anterior casa donde vivíamos habíamos reservado una habitación para el momento en que tuviéramos un bebé, pero como al final nos tuvimos que ir antes de lo que esperábamos, no pudimos llegar a decorarla. Esta nueva casa tiene como única pega que el suelo no es el que más nos hubiera gustado, por eso hemos recurrido a las alfombras para "vestir" un poco más las habitaciones y hacerlas más acogedoras.
A la hora de decidir la decoración de la habitación de Miranda, Pinterest ha sido una gran fuente de inspiración. Para los colores, hemos utilizamos el blanco y la madera clarita como base principal y los hemos combinado con elementos en naranja y diferentes tonos de rosa, junto con algunos detalles en mimbre, como la lámpara de Ikea.
Hemos colocado los muebles a ambos lados de la habitación, dejando un amplio espacio central como zona de juegos. En una de las paredes hemos puesto la cuna y un pequeño rincón chill out, que hicimos con un palé.
Junto a la cuna también colocamos una preciosa escalera de bambú de Kenay Home para colgar mantas y decoramos la pared con unos cuantos pompones de papel de seda de diferentes colores y tamaños de The Pom Pom Shop.

Para el rincón chill out fuimos a un sitio de palés y les pedimos que nos hicieran uno a medida con la parte superior totalmente cubierta de madera (sin dejar ningún hueco entre las tablas) para que Miranda no pudiera meter el piececito dentro. Encima del palé colocamos un set de cojines y colchoncillo de Maisons du Monde y una mosquitera sencilla de Ikea.
Este rincón chill out, al estar un poco resguardado, creo que es un espacio muy acogedor y que resulta perfecto para sentarnos con ella a leer cuentos. A mi sobrina Martina, que ya tiene dos años, le encanta tumbarse en él siempre que viene a casa.
Debajo de la escalera de bambú, hemos colocado una cesta de madera, también de Kenay Home, a modo de zapatero.

La cuna es el modelo Gulliver de Ikea y se le puede quitar uno de los laterales para dejarla más adelante a modo de cama.
El banderín de tela que decora el lateral de la cuna es de Mr. Wonderful Shop.
Las sábanas, el cojín nube y el conejito son de Zara Home, y el cojín estrella es de Mr. Wonderful Shop.
En el suelo, a los pies del chill out, hemos puesto una lámpara con forma de bola de Kenay Home.
Las cortinas son de Ikea: las naranjas son el modelo Vivan y el visillo es el modelo Matilda. Estas primeras las he recogido a los lados con unas cintas de tela de Mr. Wonderful Shop.
En la otra pared grande de la habitación hemos puesto algunas estanterías decoradas con cuentos, peluches y otros objetos de Miranda, un baúl de mimbre para guardar sus juguetes y un perchero que hicimos con una rama de árbol.
Algunas de estas cosas son regalos que le han hecho a Miranda y otras, como los libros infantiles o la máquina de caramelos son objetos que tenía en mi habitación cuando era pequeña. También escogimos algunas de las botellas más pequeñas que pintamos en este DIY el año pasado para decorar su estantería.
Las dos estanterías verticales son el modelo Billy de Ikea y la estantería horizontal es el modelo Kallax con cestas de mimbre en los huecos inferiores.
De momento, todos los cuentos y libros infantiles que tiene Miranda son heredados de sus padres, a excepción de Bastiscafo, un libro de cuentos chulísimo con unas ilustraciones preciosas, donde uno de los cuentos se titula casualmente "Miranda y el viento".
La bonita estantería con forma de casa, donde tenemos a Alicia tomando el té, es de Boho Deco Shop.
La lámina ABC con su nombre la hicimos nosotros mismos, igual que la letra con bombillas, que ya os enseñé en este post paso a paso. El conejito es una luz de ambiente de Tiger que se ilumina con diferentes colores.
Esta pequeña pizarra con tizas de colores es otra de las cosas que más le gusta usar a Martina cuando viene a casa.
También hemos colocado un estante de pared del que cuelgan algunas fotos bonitas de nuestra pequeña familia en formato Polaroid y que encargué con la aplicación Printic antes de que naciera Miranda. Cuando empiece a pintar, también podrá colgar ahí sus primeros dibujos.
La muñeca de trapo es de Zara Home y el tiovivo musical es de la tienda Gulliver (C/ Alemania, 10. Valencia).
La tabla de madera serigrafiada es de Woowlow y es una de las primeras cosas que compramos para Miranda. Tienen un montón de modelos chulísimos en diferentes colores y son totalmente personalizables. El osito es de Imaginarium y la jirafa es la famosa Sophie.
Este perchero, donde tenemos colgados algunos de los vestidos de Miranda, lo hicimos con una rama de árbol y un poco de cordón rústico enganchado al techo.
Puede que mi rincón favorito de la habitación sea esta pequeña mesa de té sobre el baúl de los juguetes. Y a Martina, cuando viene, también le encanta jugar a servirnos té imaginario y beber de las tazas. Creo que ha salido a su tía. ;)
Junto al baúl, hemos puesto la mecedora Eames que teníamos en el salón y que compramos hace tiempo en Decoratualma. El cojín es de Zara Home y el conejito tiene muchos años (es de cuando mi hermana era pequeña).
El cubo de zinc con la estrella es de Mr. Wonderful Shop, al igual que el cartel de madera "Time for tea". Y el gatito amigurumi se llama Fry, está hecho a mano y es de Rosa PocaCosa.
La bandeja de madera, los cupcakes de peluche y el juego de té son de Ikea (menos la tetera, que es de Imaginarium).
Y, como veis, no sólo a Martina le gusta la habitación de Miranda. Totoro se pasa muchos ratos tumbado en la alfombra mordiendo su hueso o metido debajo de la cuna. Estoy deseando que Miranda sea un poco más mayor para que puedan jugar ahí los tres juntos.
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Milhojas de crema y frutas
El pasado 3 de septiembre fue nuestro tercer aniversario de boda, así que para celebrarlo preparé mi propia versión del postre de nuestra boda, un delicioso milhojas de crema y frutas.
Desde que tenemos a Miranda, no tengo mucho tiempo libre para hacer postres que requieran una gran elaboración, por eso este milhojas era perfecto para la ocasión. Preparé la crema pastelera la noche anterior y compré la masa de hojaldre congelada, con lo que ese día sólo tuve que hornear el hojaldre y montar los milhojas. Uno de los postres más fáciles y rápidos que he preparado nunca y que el Chico Pecoso no para de pedirme que repita.
A diferencia de éste, el milhojas de nuestra boda sólo tenía dos capas de hojaldre y las frutas iban mezcladas con la crema. No recuerdo bien las frutas que llevaba (sólo me acuerdo del kiwi), así que elegí una combinación que a mí me parece riquísima: kiwi, melocotón y frambuesa.
Ingredientes para 4 milhojas:
- Dos láminas de hojaldre (fresco o congelado)
- 250 gr. de crema pastelera
- 150 gr. de frambuesas frescas
- 1 melocotón
- 2 kiwis
- Azúcar glas
Precalentamos el horno a 230º. Extendemos la masa de hojaldre sobre un papel vegetal para hornear y la espolvoreamos por encima con azúcar glas. Le damos la vuelta a la masa y la espolvoreamos con azúcar también por el otro lado. Bajamos el horno a 190º y horneamos el hojaldre durante unos 10 minutos.Pasado ese tiempo, colocamos otro papel vegetal sobre el hojaldre con una rejilla encima como peso (para evitar que siga subiendo) y lo horneamos así durante otros 10 minutos. Después sacamos el hojaldre del horno, retiramos la rejilla y con la ayuda de otra bandeja le damos la vuelta y lo horneamos por la otra cara 5 minutos más.
Sacamos el hojaldre del horno y lo dejamos enfriar completamente antes de cortarlo. No importa que la lámina tenga los bordes irregulares (como la mía), porque luego los cortaremos y dejaremos únicamente rectángulos de la parte central, que intentaremos cortar más o menos del mismo tamaño.
Para la crema pastelera utilicé la misma receta que ya os enseñé aquí y aquí, pero os la pongo de nuevo con los ingredientes en gramos en lugar de tazas, porque sé que para muchos es un poco lioso el sistema anglosajón de medidas por volumen.
Ingredientes para la crema pastelera:
- 110 gr. de leche
- 110 gr. de nata
- 1 vaina de vainilla
- 3 yemas
- 50 gr. de azúcar
- 2 cucharadas y media de harina
- 1 cucharadita de mantequilla
Calentamos a fuego medio la leche, la nata y la vaina de vainilla abierta por la mitad, y lo llevamos a ebullición. Retiramos del fuego y lo tapamos durante unos 10-12 minutos. A continuación sacamos la vaina de vainilla. Batimos las yemas con el azúcar unos dos minutos. Añadimos la harina y batimos un poco más hasta que esté mezclada. Vertemos poco a poco la leche y la nata calientes en la mezcla de huevos y batimos hasta que quede incorporada y sin grumos.
Ponemos otra vez la mezcla en el cazo a fuego medio y batimos constantemente mientras llevamos a ebullición. Cocinamos durante 2 minutos más mientras seguimos removiendo y retiramos del fuego. Por último, pasamos la mezcla por un colador, le añadimos la mantequilla y lo mezclamos hasta que esté bien incorporada. Tapamos con un papel film y refrigeramos hasta el momento de montar los milhojas.
Cogemos un rectángulo de hojaldre y, con ayuda de una manga pastelera, hacemos pequeños montoncitos de crema en dos filas laterales. A continuación, colocamos en el centro varios trozos de melocotón.
Colocamos un segundo rectángulo de hojaldre y repetimos el procedimiento de la crema pastelera, esta vez con trocitos de kiwi.
Por último, tapamos con un tercer trozo de hojaldre, colocamos encima varias frambuesas y espolvoreamos con un poco de azúcar glas.
Y ya tenemos nuestros milhojas preparados y listos para servir. Podemos prepararlos antes de la comida o cena y guardarlos en la nevera hasta el momento del postre.
En nuestra boda, elegimos como acompañamiento para este postre un delicioso helado de castañas, pero en esta ocasión, como no encontramos ese sabor, servimos los milhojas acompañados de una bola de helado de turrón.
Como veis, un postre muy rico y vistoso, a la par que sencillo; perfecto para esas ocasiones especiales con invitados en casa en las que no disponemos de demasiado tiempo.
¡Feliz domingo!
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Desayuno inglés en el jardín
El mes pasado estuvimos unos días de vacaciones en Jávea, como os comenté aquí, y aprovechando que allí tienen un supermercado inglés llamado Iceland, con un montón de productos "british" (incluida clotted cream para el "afternoon tea"), decidimos improvisar un completo desayuno inglés y disfrutarlo en el jardín.
El clásico"english breakfast" se caracteriza por el típico plato con huevos fritos (aunque también pueden ser revueltos), bacon, salchichas, champiñones, tomates y "baked beans" (alubias estofadas en salsa), de las que nosotros preferimos prescindir para no hacer el desayuno demasiado pesado. Y todo esto acompañado de pan tostado.
Además de ese plato principal salado, tomamos té, zumo, yogur con cereales, tostadas con mantequilla y mermelada... lo habitual en nuestros desayunos de fin de semana, como habéis podido ver en otros posts del blog y que ya no podemos preparar tan a menudo desde que está Miranda.
Compramos las típicas salchichas inglesas, que tienen un sabor algo distinto a las que podemos comer aquí, mucho más especiado.
Para beber, tomamos zumo de naranja y, como no podía faltar en un desayuno típicamente inglés, té (que además es una de mis bebidas preferidas).
Mi té favorito es el Earl Grey, que afortunadamente se puede encontrar en prácticamente cualquier supermercado. Pero la variedad Lady Grey, que tiene un aroma mucho más cítrico, también me gusta muchísimo y es más difícil de encontrar por aquí. Así que, además de disfrutarlo en el desayuno, hice acopio de un par de cajas para mi vuelta a Valencia.
Compramos también una variedad especial de miel que habíamos probado en la campiña inglesa y que está deliciosa. Es más blanca y cremosa que la habitual porque en su elaboración se ha controlado la cristalización y, al ser más espesa, resulta perfecta para untar en tostadas.
Aunque lo típicamente inglés para el desayuno habría sido el "porridge" (una especie de papilla de avena y leche), nosotros preferimos el clásico yogur, en este caso de ruibarbo, con cereales y miel.

Afortunadamente, el día salió un poco nublado (el sol se iba y venía), por lo que pudimos disfrutar del desayuno en el jardín sin achicharrarnos por el calor.
Además de las clásicas tostadas de pan de molde, compramos también "english muffins", unos panecillos que se usan habitualmente como base para los huevos Benedict y que se suelen emplear también como tostadas, para tomar acompañados de mermeladas, etc.
Nosotros los tomamos acompañados de mantequilla y mermelada de naranja amarga, la más típica de las mermeladas inglesas.
Como veis, un completo desayuno al estilo inglés, para disfrutar tranquilamente el fin de semana y con el que coger fuerzas para todo día.
¡Feliz domingo!
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DIY: 4 sencillas velas de otoño
Antes de que nos inunde la marea navideña y como todavía nos queda un mes de otoño, os quiero enseñar estas ideas para hacer unas bonitas velas otoñales, que darán un ambiente cálido y acogedor a vuestro hogar.
Busqué ideas de velas caseras en Pinterest, que es una fuente inagotable de inspiración, y estas cuatro fueron las que más me gustaron y las que decidí hacer para decorar mi casa en estos meses de frío. Os aseguro que todas son muy fáciles de hacer, aunque algunas llevan más trabajo que otras.
1. Velas con avellanas
Para hacer estas velas únicamente necesitáis: unos tarros de cristal, vasitos pequeños (de chupito), velas pequeñas, alambre y avellanas. También podéis usar castañas u otros frutos secos, dependiendo del ancho de vuestros tarros.
Lo primero que tenemos que hacer es fabricar el asa de alambre para colgar nuestros tarros. Yo trencé el alambre para hacer el asa de la medida que quería y luego lo fijé alrededor del cuello del tarro con varias vueltas de alambre.
Después de esto, ya podemos poner dentro del tarro nuestros vasitos con una vela y rodearlos de avellanas o los frutos secos que queramos. Estos faroles son perfectos para exterior y podemos usar su asa para colgarlos.
Lo primero que tenemos que hacer es fabricar el asa de alambre para colgar nuestros tarros. Yo trencé el alambre para hacer el asa de la medida que quería y luego lo fijé alrededor del cuello del tarro con varias vueltas de alambre.
Después de esto, ya podemos poner dentro del tarro nuestros vasitos con una vela y rodearlos de avellanas o los frutos secos que queramos. Estos faroles son perfectos para exterior y podemos usar su asa para colgarlos.
2. Velas con nueces
Estas velas son más sencillas de hacer de lo que parece. Solamente necesitamos algunas nueces, que abriremos con cuidado para no romper la cáscara, y unas cuantas velas pequeñas.
Una vez abiertas las nueces, las vaciamos bien y reservamos las cáscaras. Podemos dejarlas tal cual o pintarlas del color que queramos. Yo pinté algunas de dorado. Después, sacamos con cuidado la mecha de nuestras velas pequeñas y, con un poco de cola blanca, las pegamos dentro de las cáscaras de nuez. A continuación derretimos la cera de estas velas al baño María y rellenamos con ella nuestras cáscaras.
Estas velas con nueces son perfectas para hacer un centro de velas flotantes. También podemos hacer cajitas con unas cuantas nueces para regalar. Quedarán muy bonitas si las pintamos.
Una vez abiertas las nueces, las vaciamos bien y reservamos las cáscaras. Podemos dejarlas tal cual o pintarlas del color que queramos. Yo pinté algunas de dorado. Después, sacamos con cuidado la mecha de nuestras velas pequeñas y, con un poco de cola blanca, las pegamos dentro de las cáscaras de nuez. A continuación derretimos la cera de estas velas al baño María y rellenamos con ella nuestras cáscaras.
Estas velas con nueces son perfectas para hacer un centro de velas flotantes. También podemos hacer cajitas con unas cuantas nueces para regalar. Quedarán muy bonitas si las pintamos.
3. Velas con palos
Estas velas son un poco más laboriosas de hacer, aunque igualmente sencillas. Para ello se necesitan unos cuantos palos, vasos de varios tamaños y algunas velas.
Cortamos los palos del tamaño aproximado de nuestros vasos, y vamos pegándolos con un poco de cola blanca alrededor del vaso. Si quedan huecos entre los palos por su irregularidad de formas, iremos pegando más palos encima, pero siempre una vez que se hayan secado los primeros.
Cuando se haya secado completamente la cola de todos los palos, ya podemos introducir las velas y colocar nuestros portavelas otoñales donde queramos.
Cuando se haya secado completamente la cola de todos los palos, ya podemos introducir las velas y colocar nuestros portavelas otoñales donde queramos.
4. Velas con manzanas
Estas velas son las más sencillas y rápidas de hacer. Simplemente necesitamos unas cuantas manzanas y velas pequeñas.
Hacemos un agujero en la parte superior de la manzana del tamaño de las velas, retiramos la parte metálica de la vela, la introducimos dentro de la manzana y la encendemos para que la cera se vaya derritiendo por los lados. Yo combiné velas blancas y rojas dentro de las manzanas.
Hacemos un agujero en la parte superior de la manzana del tamaño de las velas, retiramos la parte metálica de la vela, la introducimos dentro de la manzana y la encendemos para que la cera se vaya derritiendo por los lados. Yo combiné velas blancas y rojas dentro de las manzanas.
Este centro, por sus tonos rojos, también nos puede servir para decorar la mesa en Navidad. Además, es rapidísimo de hacer.
Espero que os hayan gustado estas ideas de velas otoñales y que os animéis a hacer alguna de ellas.
¡Feliz domingo!
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Cómo hacer las tortitas perfectas
Las tortitas son una de mis comidas favoritas, podría vivir sólo a base de tortitas. Me encantan en desayunos, meriendas o lo que se tercie, con nata y sirope, con fruta, con helado, con bacon y huevos, para tomar acompañadas de un refresco, de un batido, de un té...
Algunos de vosotros me habéis preguntado cómo hago para que las tortitas queden perfectas: redondas, esponjosas y bien hechas por dentro. Otros me habéis escrito para contarme que habéis hecho la receta que publiqué aquí (que es la que utilizo habitualmente) y que las tortitas os han salido riquísimas (estas cosas me hacen mucha ilusión). Y también he observado en un par de personas de mi entorno (mi hermana y mi suegra, concretamente, a las que les mando un beso) que, a pesar de utilizar esta receta, las tortitas no les han salido bien por un motivo u otro. Por eso, hoy voy a explicaros paso a paso cómo hacer tortitas correctamente, analizando los posibles errores para que siempre os queden deliciosas.
Un elemento importante es la elección de la receta. Mi favorita, de todas las que he probado, es la que os comentaba antes y que publiqué en un desayuno de domingo hace ya unos cuantos años. La receta era para dos/tres personas y estaba en medidas anglosajonas. Hoy os pongo los ingredientes para cuatro/seis personas (por si tenéis invitados) y en gramos para que os resulte mucho más fácil.
Ingredientes (para unas 18 tortitas):
- 270 gr. de harina
- 460 ml. de leche
- 460 ml. de leche
- 2 huevos (yemas y claras por separado)
- 2 cucharadas de aceite (yo aquí utilizo girasol para que no le dé sabor a las tortitas)
- 1 cucharada de levadura en polvo
- 115 gr. de azúcar
- Una pizca de sal

Mezclamos bien la harina con la levadura y la sal, y reservamos. En otro recipiente batimos las yemas con el azúcar, la leche y el aceite hasta obtener una mezcla espumosa. Añadimos la harina (si la tamizamos siempre quedará más fina, aunque no es imprescindible para que nuestras tortitas queden bien) y batimos bien hasta que quede una mezcla fina y sin grumos. A continuación montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a la mezcla con movimientos envolventes para que no se bajen.
Os quedará una mezcla homogénea pero con burbujas de aire, como en la imagen de abajo. Si queremos que nuestras tortitas queden más esponjosas, tapamos el bol con papel film y lo refrigeramos hasta el día siguiente. Pero si no hemos tenido tiempo de hacer la mezcla el día antes, no pasa nada, podemos hacer las tortitas directamente y también nos quedarán muy bien.
Engrasamos la sartén o plancha con un papel de cocina impregnado en aceite y, cuando esté caliente, vertemos una cucharada de la mezcla. Tiene que estar a fuego medio-alto (mi vitrocerámica llega hasta el 9 y yo la pongo al 6), lo suficientemente caliente para que la tortita se cuaje casi al echarla, pero no tanto para que se nos queme antes de cocinarse por dentro.
Algunos consejos:
- Yo uso un cucharón de servir sopa, que lleno aproximadamente por la mitad (eso depende de cómo las queráis de grandes). Si las queréis pequeñitas, podéis usar una cuchara de helado.
- Es preferible coger la mezcla desde abajo, no únicamente de la superficie, porque la harina al pesar más tiende a irse al fondo y las claras se quedan arriba. Así todas nos quedarán iguales, no unas más esponjosas que otras.
- Para que nos queden redondas, tenemos que verter la mezcla siempre en el mismo punto de la sartén (donde estará el centro de la tortita) y no extenderla ni repartirla formando un círculo (se forma solo).
- Tampoco es necesario usar una sartén pequeña para limitar la expansión de la tortita. Sólo nos dificultará meter la espátula para darle la vuelta y que se nos doble o rompa la tortita. Como he dicho, si está caliente se cuajará casi al momento.
- Si la sartén no está lo suficientemente caliente, la mezcla seguirá expandiéndose y nos quedará una tortita fina y poco hecha, como una crêpe gruesa con textura de quesada pasiega (este es un error muy común, que incluso he visto en varios restaurantes y cafeterías).
Le daremos la vuelta a la tortita, con ayuda de una espátula, cuando veamos que empiezan a salir burbujas en la superficie y (muy importante) cuando veamos que el borde empieza a estar cuajado.

Si la tortita nos queda con aspecto poroso como en la imagen de arriba (o incluso menos hecha) significa que la sartén no estaba todavía lo suficientemente caliente. He leído en algunos sitios que hay que desechar la primera tortita. Esto NO es necesario. A mí me ha pasado alguna vez por ansiosa, pero si esperamos a que la sartén se caliente del todo, nuestra primera tortita quedará exactamente igual de buena que las siguientes.
Este es el aspecto de una tortita hecha a la temperatura correcta. La dejamos unos segundos más en la sartén para que se tueste la otra cara (necesita mucho menos tiempo que la primera) y ya podemos sacarla. Podemos comprobarlo levantando un poco la tortita hasta que tenga el color deseado. Yo tardo un par de minutos en hacer cada tortita, desde que echo la mezcla hasta que la saco. Si tardan más en hacerse, es que tenéis el fuego demasiado bajo.
Para mantener todas las tortitas calientes mientras las vamos haciendo, lo mejor es dejarlas dentro del horno a 50º tapadas con papel de aluminio. De este modo, las primeras no se quedarán frías y podremos servirlas todas como recién hechas (yo suelo sacar la mitad a la mesa y, cuando se acaban, saco el resto). Aprovecho también para meter en el horno la jarrita con chocolate que previamente he fundido y mantenerlo caliente hasta el momento de servir.
El domingo pasado, como os enseñé en Instagram, tuvimos invitados a merendar y preparamos tortitas. Las servimos con varias opciones de acompañamiento: mantequilla, miel, mermelada de cerezas...
Por supuesto, con chocolate fundido y sirope de arce, que nunca pueden faltar.
Y con fresas, frambuesas, plátano y nata montada. Las natas que mejor montan son las que tienen un porcentaje de grasa alto (yo suelo usar Central Lechera Asturiana, que tiene un 35,1% de materia grasa) y al montarla pongo aproximadamente una cucharada de azúcar por cada 100 ml. de nata.
Aunque por el borde os puedan parecer finas, al cortarlas veréis lo gorditas y esponjosas que quedan por dentro (con aire y migas como si fueran un bizcocho). Recordad que una tortita NO es una crêpe gruesa.
Tanto si no habéis hecho nunca tortitas, como si las habéis hecho y no os han quedado del todo bien, os animo a que probéis esta receta y me preguntéis si tenéis cualquier duda. Espero que después de este post a todos os salgan las tortitas perfectas, con un sabor delicioso y una textura suave y ligera.
¡Feliz domingo!
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Tres deliciosos sándwiches para cenas rápidas
En nuestra casa, las cenas son cosa del Chico Pecoso. Y uno de los platos que más le gusta preparar (porque son fáciles, rápidos y muy versátiles) son los sándwiches. Empezó con el clásico sándwich mixto y poco a poco fuimos ideando un montón de recetas (unas más ligeras, otras más abundantes... según lo que nos apetecía cada día) que han hecho nuestras cenas más ricas y variadas. Hoy os traigo tres de nuestros sándwiches favoritos, que espero os gusten tanto como a nosotros.
La elaboración es como la de cualquier sándwich (el pan fuera y el resto de ingredientes dentro), pero yo (que soy un poco loca para estas cosas) os voy a explicar en cada uno de ellos el orden en el que me gusta que vayan los ingredientes, por motivos de estabilidad sobre todo.
1. Higos, jamón serrano y queso curado
Este sándwich es uno de los que más hemos estado comiendo todo el verano, aprovechando la temporada de higos, que le aportan muchísima frescura a la clásica combinación de jamón y queso.
Ingredientes para cada sándwich:
- 2 rebanadas de pan
- 2 lonchas de jamón serrano- 2 higos pelados y cortados en gajos
- 4 ó 5 lonchas finas de queso curado
- Un puñado de canónigos
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de vinagre de Módena
Tostamos el pan en una parrilla o en una tostadora convencional. Hacemos un aliño con el aceite y el vinagre y pintamos el pan con él.
A continuación montamos el sándwich empezando por el jamón y el queso, seguidos por los higos y, por último, los canónigos.
Un sándwich riquísimo que seguro os sorprenderá en cuanto lo probéis, por la frescura de los higos y el intenso sabor del queso curado (nosotros solemos utilizar queso manchego o Grana Padano).
2. Pollo, bacon y rúcula (con miel y mostaza)
Este sándwich es mi favorito. Me encanta lo bien que combinan todos los ingredientes, pero sobre todo me chifla el bacon crujiente y el aliño de miel y mostaza.

Ingredientes para cada sándwich:
- 2 rebanadas de pan
- 2 filetes de pechuga de pollo- 3 ó 4 lonchas de bacon
- Un puñado de rúcula
- 1 cucharada de mostaza en grano
- 1 cucharada de mostaza de Dijon
- 2 cucharadas de miel

Cocinamos los filetes de pollo a la plancha con un poquito de aceite de oliva. A continuación freímos el bacon a fuego fuerte para que quede crujiente (sin aceite, con la propia grasa que va soltando).

Mezclamos la miel y las mostazas para hacer un aliño con el que pintaremos el pan (previamente tostado). Colocamos el pollo y el bacon sobre el pan y cubrimos con la rúcula y la otra rebanada de pan.

El toque amargo de la rúcula con el picante de la mostaza y el dulzor de la miel hacen que la combinación de sabores resulte deliciosa.
3. Ensalada griega con aguacate
Me encanta el aguacate, ya sea en sándwiches, en tostadas, en guacamole, en ensaladas... Y aquí combina perfectamente con los ingredientes de una ensalada griega, aportándole cuerpo y suavidad a este delicioso sándwich.
Ingredientes para cada sándwich:
- 2 rebanadas de pan
- 6 ó 7 rodajas de pepino muy finas- 1 ó 2 rodajas de cebolla morada
- 3 rodajas de aguacate
- 2 ó 3 rodajas de tomate
- Un poco de queso feta
- 50 gr. de aceitunas negras sin hueso
- Aceite de oliva virgen extra
- Una cucharadita de zumo de limón
Primero tostamos el pan. A continuación, trituramos las aceitunas negras junto con el aceite y el limón, y untamos con la mezcla una de las rebanadas de pan.
Ponemos encima las rodajas de pepino cortadas muy finas (para que no le quite protagonismo al resto de ingredientes), la cebolla morada, un poco de queso feta deshecho en migas, el aguacate y el tomate en rodajas. Cerramos con la otra rebanada de pan tostado y ¡a disfrutar!
Como veis, tres sabrosos y sencillos sándwiches, diferentes a los habituales y perfectos para comidas o cenas rápidas, cuando no tenemos mucho tiempo (o ganas) de cocinar.
¡Feliz domingo!
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Ideas para Halloween
Este fin de semana he tenido que trabajar (de hecho, publico esto y me voy corriendo), así que no he tenido tiempo de preparar un post nuevo. Pero como no quería dejaros sin la habitual entrada de los domingos y estamos a menos de una semana de Halloween, aprovecho para hacer una recopilación de recetas y decoraciones terroríficas que he ido publicando en el blog a lo largo de estos años. También os dejo al final algunos enlaces con ideas que he visto en Pinterest y que me han encantado.
2. Calabaza Drácula y calabaza Frankenstein
La mayoría de estas decoraciones y platos de Halloween son de la fiesta que preparamos hace ya varios años en nuestra primera casa (en Benimaclet) y que fue divertidísima.
Y aquí os dejo unas cuantas ideas más, muy sencillas y vistosas, para vuestras celebraciones de Halloween.
1. Macedonia de frutas servidas en naranjas de Halloween
2. Sencilla decoración con telas de araña de chocolate para flanes
5. Galletas de salpicaduras de sangre (al estilo Dexter)
6. La decoración más terrorífica y sencilla que he visto: un muñeco pintado de blanco
8.Proyecciones de Halloween con plantillas y una linterna
9. Aperitivos con forma de escobas de bruja hechas con pretzels y queso
Espero que, con todas estas recetas y decoraciones, vuestras fiestas de Halloween de este año sean terroríficamente deliciosas.
¡Feliz domingo y feliz Halloween!
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Mousse de limón y chocolate blanco
Como ya os he contado alguna vez, me encanta el chocolate blanco, es mi sabor preferido para los batidos. Y en el caso de los postres, me resulta especialmente delicioso si va acompañado de limón (como os enseñé en estos cake pops hace unos años), porque la acidez de este último suaviza el dulzor del primero. Por eso, hacía tiempo que quería probar esta combinación en forma de mousse y he de decir que el resultado ha sido realmente fabuloso.
La receta está basada en esta otra de Directo al paladar, con alguna pequeña variación.
- 1 limón (ralladura y zumo)
- 4 claras de huevo
- 200 gr. de chocolate blanco
- 100 ml. de nata de montar (y un poco más para decorar)
- 20 gr. de azúcar glas
Lavamos el limón, lo secamos bien y rallamos la cáscara (sin quitar lo blanco o le dará amargor). Ponemos la ralladura en un cazo junto con la nata y lo calentamos a fuego medio hasta que hierva. Después retiramos el cazo del fuego y dejamos infusionar unos diez minutos. Pasado este tiempo, podemos colar la nata para quitar la ralladura de limón o dejarla si no nos importa que aparezcan trocitos en nuestra mousse (yo la dejé).
Troceamos el chocolate blanco, lo añadimos a la nata y volvemos a calentar el cazo a fuego lento mientras removemos. Una vez derretido, lo apartamos del fuego, añadimos el zumo de limón y lo mezclamos bien hasta que quede cremoso.
En otro recipiente, montamos las claras a punto de nieve con el azúcar. Cuando la crema de chocolate se haya enfriado a temperatura ambiente, añadimos un cuarto de las claras y las mezclamos con movimientos envolventes para que no se bajen. A continuación, añadimos el resto de las claras de la misma forma.
Yo quise darles un toque especial sorpresa a estas mousses añadiendo una cucharadita de lemon curd en el fondo de las tazas donde las serví.
Luego rellenamos las tazas hasta arriba de mousse y las refrigeramos durante al menos 4 ó 5 horas (mejor si es toda la noche).
En el momento de servir, las decoramos con un poco de nata montada (con ayuda de una manga pastelera) y media rodaja de limón.
La perfecta combinación del chocolate blanco y el limón lo convierten en un postre fresco y delicioso, con la suave textura que caracteriza a una mousse.
En definitiva, un postre muy rico y delicado, sencillísimo de preparar y que podemos hacer la noche antes de una comida o cena en casa con amigos.
¡Feliz domingo!
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Cómo preparar una tabla de quesos
Hace unos meses, cuando estaba de descanso del blog por el nacimiento de Miranda publiqué una foto en Instagram de una tabla de quesos que preparamos el Chico Pecoso y yo para cenar. Y Belén, una seguidora del blog, comentó que parecía una foto de post de vuelta al blog (lo que me hizo mucha ilusión). Pero, aunque no lo era, me pareció una muy buena idea, así que gracias a Belén os traigo hoy este post con algunos consejos sobre cómo preparar una deliciosa tabla de quesos.
Los quesos
Lo primero y más importante es la elección de los quesos que formarán parte de nuestra tabla. Podemos poner el número de quesos que queramos, pero entre 4 ó 5 tipos distintos es más que suficiente. Lo recomendable es que en la tabla haya quesos de las tres leches, es decir, cabra, vaca y oveja, para que la degustación sea más enriquecedora; y con diferentes texturas y puntos de dureza (tierno, curado, azul...).
En nuestro caso, los quesos que veis en la tabla son los que solemos tener siempre en casa (los usamos mucho en sándwiches) y casualmente cumplen estos puntos. De izquierda a derecha: semicurado de cabra, Grana Padano (curado y de vaca), brie (tierno y de vaca) y roquefort (azul y de oveja).
Es importante también servir los quesos a temperatura ambiente (sacarlos al menos media hora antes de la nevera), dejar varios trocitos de cada uno ya cortados sobre la tabla y consumirlos empezando por los más suaves (como el brie) y acabando por los más fuertes o aromáticos (como el Grana Padano y el roquefort).
Es importante también servir los quesos a temperatura ambiente (sacarlos al menos media hora antes de la nevera), dejar varios trocitos de cada uno ya cortados sobre la tabla y consumirlos empezando por los más suaves (como el brie) y acabando por los más fuertes o aromáticos (como el Grana Padano y el roquefort).
Panes variados
El pan es un imprescindible a la hora de servir una tabla de quesos. Lo ideal es poner distintos tipos de pan (blanco, cereales, pan tostado) y también algunas galletas saladas para acompañar el queso y facilitar su combinación con otros ingredientes.
Para este tipo de cenas a mí me gustan mucho las galletas Tuc y los panecillos variados de nueces, aceitunas negras, semillas de calabaza, etc.
Algo salado
Las tablas de quesos también es recomendable acompañarlas por algún otro plato salado, como una pequeña tabla de fiambres y embutidos, algunas aceitunas, encurtidos, etc.
Las tablas de quesos también es recomendable acompañarlas por algún otro plato salado, como una pequeña tabla de fiambres y embutidos, algunas aceitunas, encurtidos, etc.
Frutas, frutos secos y otros acompañamientos
Por supuesto, para combinar con los diferentes quesos no pueden faltar la fruta fresca (manzana, uvas, higos...) y algunos frutos secos (pasas, nueces, almendras, dátiles, orejones de albaricoque...). Es recomendable elegir algunos sabores dulces, ya que potencian el sabor de los quesos curados, así como texturas crujientes que contrasten con los quesos más tiernos.
Por supuesto, para combinar con los diferentes quesos no pueden faltar la fruta fresca (manzana, uvas, higos...) y algunos frutos secos (pasas, nueces, almendras, dátiles, orejones de albaricoque...). Es recomendable elegir algunos sabores dulces, ya que potencian el sabor de los quesos curados, así como texturas crujientes que contrasten con los quesos más tiernos.
Un ingrediente que nunca falta en nuestras tablas es la miel, que combina a la perfección con todos los quesos, así como alguna confitura de frutas y mostaza en grano, que es muy suave y deliciosa.
Las uvas, ya sean negras o blancas, tampoco deben faltar nunca para hacer honor al dicho. Ya sabéis, "uvas y queso saben a beso".
Para beber
Los quesos curados de sabor más fuerte combinan muy bien con vinos tintos, que realzan su sabor. Sin embargo, para los quesos más tiernos, un vino blanco, cerveza o sidra son mejores acompañantes. Si no bebéis alcohol (como yo, que la lactancia no me lo permite), podéis tomar mosto o cerveza 0,0.
Los cuchillos
Existen varios tipos de cuchillos para el queso indicados para uno u otro según su dureza. Nosotros tenemos este juego de tres cuchillos de Anthropologie que veis en las fotos.
El cuchillo con forma de espátula se suele utilizar en quesos muy curados, en quesos azules u otros como el queso feta para cortar trozos irregulares o migas, que se recogen con el mismo cuchillo para servirlos sobre el pan o donde queramos.
El cuchillo largo es para quesos blandos y a veces tiene la hoja perforada para evitar que el queso se pegue al cuchillo. En estos quesos blandos y otros como el roquefort también se puede utilizar una lira para cortarlos con facilidad y que no se peguen.
El cuchillo pequeño está indicado para quesos muy duros, como el parmesano o el Grana Padano, y tiene la punta muy afilada para poder buscar mejor una veta por la que abrir una rebanada.
Para este tipo de quesos muy curados, nosotros también utilizamos muchas veces un pelador a modo de cuchillo o de rallador, para poder hacer lascas muy finas. Es muy práctico.
Mis combinaciones preferidas
Una de mis combinaciones preferidas es la de queso roquefort, manzana y nueces. Incluso la hacemos muchas veces en forma de sándwich para cenar, añadiendo también pasas.
Una de mis combinaciones preferidas es la de queso roquefort, manzana y nueces. Incluso la hacemos muchas veces en forma de sándwich para cenar, añadiendo también pasas.
Otra combinación sencilla y que me encanta es la del queso Grana Padano con miel (aunque he de decir que la miel y el roquefort también forman un bocado delicioso).
Y una tercera combinación que me gusta mucho es la de queso brie acompañado por mermelada de higos (otra opción muy rica y original es con mostaza en grano).
Si os gustan los quesos tanto como a nosotros, os animo a que preparéis una tabla así para alguna cena sencilla entre amigos o en familia. Será un éxito asegurado.
¡Feliz domingo!
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Bundt cake de arándanos y naranja
Cada año, el día 15 de noviembre se celebra en EE.UU. el National Bundt Cake Day, y yo quise unirme ayer a la celebración preparando este riquísimo bundt cake de arándanos y naranja. Os recomiendo que lo probéis porque es muy sencillo de preparar y estoy segura de que os encantará.
La receta está basada en ésta de Martha Stewart pero con algunas pequeñas modificaciones y adaptada al molde para bundt cake de 6 tazas.
La receta está basada en ésta de Martha Stewart pero con algunas pequeñas modificaciones y adaptada al molde para bundt cake de 6 tazas.
- 170 gr. de harina
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1/4 de cucharadita de sal
- 115 gr. de mantequilla
- 75 gr. de azúcar moreno
- 75 gr. de azúcar blanco
- 2 huevos grandes
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 120 gr. de yogur griego
- 125 gr. de arándanos
- La ralladura de una naranja
Precalentamos el horno a 175º. Mezclamos la harina con la levadura y la sal, y reservamos. En otro bol, batimos la mantequilla a velocidad alta con los dos tipos de azúcar hasta que quede suave y ligera. Añadimos los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada adición; y a continuación añadimos la vainilla. Bajamos la velocidad y vamos incorporando la harina en tres veces, intercalándola con el yogur (en dos veces).
Mezclamos la ralladura de naranja con los arándanos y una cucharadita de harina (para que no se vayan al fondo del bizcocho). Los incorporamos con cuidado a la masa y la vertemos dentro de un molde de bundt cake previamente engrasado.
Metemos el molde en el horno sobre una rejilla a 175º durante aproximadamente 45 minutos (sabremos que está listo cuando pinchemos con un palillo y salga limpio).
Pasado este tiempo, sacamos el bundt cake del horno y lo dejamos enfriar dentro del molde durante unos 20 minutos. Luego le damos la vuelta, lo desmoldamos y dejamos que se enfríe del todo sobre una rejilla.
Pasado este tiempo, sacamos el bundt cake del horno y lo dejamos enfriar dentro del molde durante unos 20 minutos. Luego le damos la vuelta, lo desmoldamos y dejamos que se enfríe del todo sobre una rejilla.
Una vez frío, espolvoreamos nuestro bundt cake con un poco de azúcar glas y ya estará listo para servir.
Es un bizcocho riquísimo, muy tierno y esponjoso. Además, la frescura de los arándanos y el aroma especial de la naranja forman una combinación deliciosa.
A mí me encantan los bundt cake, no sólo por sus formas bonitas, sino también porque, gracias a sus moldes, se cocinan perfectamente por dentro y quedan espectaculares.
Un bizcocho perfecto para merendar, acompañando nuestro café o té de la tarde. A mí me gusta servirlo con un poco de yogur griego. ¡Que lo disfrutéis!
¡Feliz domingo!
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Tres sencillos DIY con pasta de modelar
Para los que no la conozcáis, la pasta para modelar es una especie de masilla gris hecha a base de arcilla (no es arcilla como tal), que se seca al aire y, una vez seca, queda totalmente rígida y de color blanco. Esta pasta, que se puede comprar en tiendas de manualidades, papelerías e incluso en bazares chinos, nos ofrece muchísimas posibilidades: desde adornos o collares, hasta platitos y boles, pasando por las clásicas figuras decorativas. Así que hoy os traigo tres sencillos DIY con pasta de modelar y alguno de ellos muy útil para ir decorando la casa de cara a la Navidad.
1. Porta-alianzas grabado
Nuestros amigos Merche y Toni se casan el año que viene, así que en su última visita a Valencia, quisimos sorprenderles con un detalle para el día de su boda. Es un sencillo platito porta-alianzas grabado con sus nombres y la fecha de su boda, que incorpora además un lacito con el que atar los anillos.
Para hacerlo simplemente tenemos que estirar la pasta con un rodillo y dejarla de un grosor aproximado de unos 5 mm.
En una plantilla para sellos, colocamos sus nombres y la fecha, y presionamos sobre la pasta (tampoco demasiado para que no se marquen los recuadros exteriores).
Después, con un cortador de galletas grande, cortamos un círculo alrededor del grabado, dejando espacio en la parte superior para el lazo. Una vez cortado, con la ayuda de una pajita, hacemos dos agujeros por donde pasará el lazo que llevará las alianzas.


Y marcamos los guiones con un cuchillo.
Dejamos secar el platito dentro de un bol para que coja la forma. Tardará un par de días en secarse completamente y endurecerse (es recomendable no dejarlo al sol para que no se agriete la pasta).
Dejamos secar el platito dentro de un bol para que coja la forma. Tardará un par de días en secarse completamente y endurecerse (es recomendable no dejarlo al sol para que no se agriete la pasta).
Una vez seco, lijamos todo el platito con una lija de agua para darle un aspecto suave y pulido, haciendo más hincapié en los bordes para que queden redondeados.

Podemos hacer otra modalidad de platito porta-anillos usando, por ejemplo, rodillos texturizadores para fondant.
Marcamos la textura sobre la pasta y la cortamos con la forma que más nos guste.
Dejamos secar un par de días dentro de un bol y después lo lijamos para suavizar bordes (esta vez no lijamos por dentro para no quitar el texturizado).
2. Adornos navideños
Ésta es la manualidad más sencilla y rápida de las tres. Además, es perfecta para hacer con los niños en estas semanas previas a Navidad.
Simplemente tenemos que coger nuestros cortadores de galletas con formas navideñas y cortar la masa como hemos visto en el DIY anterior (también podemos añadirles texturizados si nos apetece). Y les hacemos un agujero con una pajita para poder colgarlos.
Simplemente tenemos que coger nuestros cortadores de galletas con formas navideñas y cortar la masa como hemos visto en el DIY anterior (también podemos añadirles texturizados si nos apetece). Y les hacemos un agujero con una pajita para poder colgarlos.
Los dejamos secar un par de días, dándoles la vuelta de vez en cuando para que no se curven y, una vez secos, los lijamos con una lija fina para suavizar la superficie y los bordes.
Pasamos unos lazos por los agujeros y ya estarán listos para colgar de nuestro árbol o de dónde queramos.
También podemos jugar con los niños a pintar los adornos con témperas o rotuladores de distintos colores, una vez se hayan secado del todo.
Pasamos unos lazos por los agujeros y ya estarán listos para colgar de nuestro árbol o de dónde queramos.

3. Casita portavelas
Esta manualidad lleva un poco más de trabajo que las anteriores, pero es más sencilla de hacer de lo que parece. Nosotros utilizamos los cortadores de la casita de jengibre que os enseñé aquí para la parte frontal y trasera, pero el tejado y las paredes las cortamos a mano con un cúter (podéis hacer lo mismo con todas las piezas si no tenéis cortadores de casita).
Simplemente hay que cortar las piezas de pasta como hemos visto antes y utilizar cortadores de formas distintas u otros objetos para decorar la casa y que salga la luz. Nosotros usamos un corazón para las ventanas del frontal y la parte trasera, estrellitas para el tejado y la tapa de un pintalabios para las ventanitas laterales. En principio cortamos también las piezas para hacer una chimenea, pero luego decidimos no ponerla porque nos gustaba más sin ella.

Cortamos las piezas y las dejamos secar un par de días, dándoles la vuelta para que no se curven o bien poniendo algo de peso encima cuando haya pasado un día.
Una vez estén secas las piezas, las lijamos para suavizar bordes y las pegamos con cola blanca (al tratarse de un material muy poroso, las piezas quedarán muy bien fijadas).
Si las piezas no encajan del todo bien, podemos usar pequeños trozos de pasta para rellenar los huecos humedeciendo las piezas con un poco de agua para pegarlas y, una vez secas, fijar las piezas con cola. No importa que de primeras lo veamos tosco, luego lo lijaremos (esta vez con una lija gruesa) y quedará perfecto, como podéis ver en la evolución de la foto de arriba a la foto de abajo.
El truco para que el ensamblado de piezas quede tan bien consiste en enmasillar y lijar.
Si las piezas no encajan del todo bien, podemos usar pequeños trozos de pasta para rellenar los huecos humedeciendo las piezas con un poco de agua para pegarlas y, una vez secas, fijar las piezas con cola. No importa que de primeras lo veamos tosco, luego lo lijaremos (esta vez con una lija gruesa) y quedará perfecto, como podéis ver en la evolución de la foto de arriba a la foto de abajo.
El truco para que el ensamblado de piezas quede tan bien consiste en enmasillar y lijar.
Os recomiendo que las dos piezas del tejado las hagáis después, una vez ya estén montadas las cuatro paredes, para que puedan acabar de secarse sobre la casita (primero sobre una superficie plana y cuando las piezas hayan cogido un poco de cuerpo, sobre la casita). Nosotros las tuvimos que repetir porque se deformaron bastante en el secado y no encajaban nada bien.
Después de enmasillas y lijar todas las juntas, pasamos una lija fina por toda la superficie de la casa para darle una textura suave y uniforme, colocamos una vela dentro y ya tenemos lista nuestra casita portavelas. Perfecta para dar un ambiente cálido y acogedor a nuestro salón en estas semanas prenavideñas.
¡Feliz domingo!
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Picnic de invierno (chocolate caliente con cookies)
¿Quién ha dicho que los picnics son sólo para el verano? El invierno también es un buen momento para hacer una merienda-picnic mientras disfrutamos de una preciosa puesta de sol. Y eso es lo que hicimos el Chico Pecoso y yo el pasado domingo junto a la Albufera (uno de los paisajes más bonitos de Valencia), tomando un chocolate caliente acompañado de unas ricas cookies de pistachos, chocolate blanco y cranberries (arándanos rojos).
Para este picnic utilizamos: una manta para el suelo, un farol de Ikea para iluminarnos cuando se pusiera el sol, velas y cerillas para encenderlo, un termo con chocolate caliente, un par de tazas de peltre de Real Fábrica Española, unas ramitas de canela, marshmallows o nubes blancas, servilletas, una lata con cookies caseras y una cesta de picnic para guardarlo todo.
En esta época del año anochece sobre las 6 de la tarde (una hora perfecta para merendar), así que fuimos media hora antes a la Albufera para poder disfrutar tranquilamente de la merienda y de toda la puesta de sol.
Servimos el chocolate caliente (podéis ver aquí la receta) acompañado de marshmallows y una ramita de canela.

Las cookies de pistachos, chocolate blanco y cranberries son una adaptación de esta receta de Martha Stewart y las podéis personalizar con los frutos secos que más os gusten.
Ingredientes: (para unas 20 cookies)
- 150 gr. de harina
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1/2 cucharadita de sal
- 115 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 100 gr. de azúcar moreno
- 50 gr. de azúcar blanco
- 1 huevo grande
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 125 gr. de chips de chocolate blanco
- 125 gr. de pistachos picados
- 125 gr. de cranberries deshidratados (arándanos rojos)
Precalentamos el horno a 175º. Mezclamos la harina, el bicarbonato y la sal en un bol, y reservamos. Batimos la mantequilla a velocidad media hasta que esté cremosa. Añadimos el azúcar y batimos unos 3 minutos más hasta que la crema esté pálida. A continuación incorporamos la vainilla y el huevo, batiendo después de cada adición. Bajamos la velocidad y añadimos la mezcla de harina sólo hasta que se haya mezclado. Finalmente incorporamos los chips de chocolate blanco, los pistachos y los cranberries de manera uniforme.

Con una cuchara como las de servir helado, vamos colocando cucharadas de masa sobre la bandeja del horno cubierta con papel vegetal, dejando distancia entre ellas. Las aplastamos ligeramente y las horneamos unos 10 ó 15 minutos hasta que estén doradas. Cuando estén listas, las dejaremos enfriar completamente sobre una rejilla antes de comerlas.
Son unas cookies riquísimasy muy rápidas de hacer. Cuando pruebas una, no puedes parar de comer. Os recomiendo que las hagáis con vuestras frutas y frutos secos favoritos, aunque esta combinación de chocolate blanco, pistachos y cranberries está deliciosa; y fue el acompañamiento perfecto para el chocolate caliente con canela.
Aquí en Valencia no estamos teniendo un invierno demasiado frío, así que con un abrigo y unos guantes puedes estar un buen rato a la intemperie sin enfriarte lo más mínimo. Pero si en vuestras ciudades hace más frío, siempre podéis llevaros otra manta con la que taparos las piernas y estar más calentitos durante la puesta de sol.
Algo bueno para comer, unas preciosas vistas y la mejor compañía. Ya veis cómo con sólo un par de cosas podéis disfrutar de un momento especial sin tener que iros lejos.
Ahora que queda menos de un mes para San Valentín, esta merienda de picnic para dos, con la puesta de sol de fondo, puede ser una sencilla pero romántica idea para sorprender a vuestra pareja.
Nosotros disfrutamos mucho haciendo este tipo de picnics sencillos, rodeados de bonitos paisajes. Y, dentro de unos meses, cuando seamos uno más, esperamos seguir haciéndolos los tres juntos.
¡Feliz domingo!
¡Feliz domingo!
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Ideas para una Navidad "hand made"
Mañana comienza la cuenta atrás para Navidad con la inauguración de los calendarios de adviento en todas las casas, 25 días para las fiestas más entrañables y familiares del año. Por eso, hoy os traigo una pequeña recopilación de todas las ideas navideñas que he ido publicando a lo largo de estos cinco años en el blog: recetas, manualidades, decoraciones y pequeños detalles para darle un toque personal y "hand made" a estas fiestas tan especiales.
1. Detalles y regalos

En la fila de arriba podéis ver algunas ideas de felicitaciones navideñas hechas a mano, así como algunos detalles para envolver vuestros regalos de forma sencilla y original.
Y en la fila de abajo, una idea para regalar a vuestros seres queridos, una cestita de Navidad con galletas decoradas y otros dulces caseros.
2. Postres y bebidas
En la columna de la izquierda tenéis tres dulces muy distintos: unas deliciosas copas Mont Blanc con marron glacé como postre para la cena de Nochebuena, unos sencillos cupcakes red velvet para esas cálidas meriendas invernales y una divertida casita de jengibre para disfrutar con los niños.
Y en la columna de la derecha, tres bebidas 100% navideñas: chocolate caliente, vino especiado y ponche de huevo (eggnog).
3. Decoraciones y manualidades
En la primera fila podéis ver cómo hacer varias coronas navideñas con espumillón y el calendario de adviento que le hicimos a nuestro perro Totoro hace un par de años.
En la segunda fila os enseño dos centros de mesa con velas: uno hecho con tarros de cristal y otro con manzanas.
En la tercera fila tenéis el paso a paso para hacer unos sencillos arbolitos navideños con Fórex.
En la cuarta fila os enseño cómo hacer unos marcasitios para la mesa con piñas doradas y el resto de la decoración que pusimos el año pasado en nuestra comida de Navidad.
Y en la quinta fila tenéis dos de los DIY que os enseñaba la semana pasada: adornos navideños para el árbol y una preciosa casita portavelas, todo hecho con pasta de modelar.
Espero que os gusten estas ideas y aprovechéis alguna de ella en vuestras celebraciones familiares. Nosotros estamos deseando poner ya el árbol y la decoración navideña en casa, porque aunque Miranda todavía es muy pequeña para enterarse de todo, son sus primeras Navidades y vamos a disfrutar muchísimo de estos días festivos a su lado.
¡Feliz domingo!
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Galletas de ositos con almendras y M&M's
Hace poco vi en Pinterest estas galletas con forma de osito abrazando una almendra y me parecieron tan graciosas que estaba deseando hacerlas. Son facilísimas y muy divertidas para hacer con los niños (me apetece un montón que Miranda sea un poco más mayor para hacer estas cosas con ella).
Las podéis hacer con vuestra receta de galletas preferida. Yo he utilizado esta receta clásica de galletas de mantequilla de mi tía, que os recomiendo porque, además de estar riquísimas, la masa es muy fácil de trabajar.
Ingredientes:
- 250 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 200 gr. de azúcar glas
- 1 huevo
- 1 yema (podéis reservar la clara para pintar las galletas, pero yo las prefiero sin pintar)
- 500 gr. de harina
Formamos un volcán con la harina y ponemos dentro el resto de ingredientes: el azúcar glas, el huevo, la yema y la mantequilla en cubos pequeños. Mezclamos bien todo con las manos o con la ayuda de un tenedor (yo suelo usar esto porque es muy práctico) y formamos una bola con la masa. Dividimos la masa en dos mitades, las envolvemos con papel film y las dejamos reposar en la nevera media hora.
Pasado ese tiempo, colocamos una de las mitades de la masa sobre una superficie enharinada, la extendemos con el rodillo y cortamos los ositos (el cortador lo compré aquí, pero también lo podéis encontrar aquí).
Colocamos todos los ositos cortados sobre la bandeja del horno con papel vegetal encima y, con ayuda de un lápiz, dibujamos los ojitos y la nariz de los ositos.
A continuación, colocamos una almendra sobre cada osito y la cerramos con los bracitos del oso, como si la estuviera abrazando. Puede que los brazos se despeguen del cuerpo al doblarlos, pero los apretamos un poco contra el cuerpo para volver a fijarlos y listo.
Yo pongo las almendras crudas, pero si lo preferís podéis asarlas un poco en el horno primero. Además de almendras, podéis utilizar cualquier otro fruto seco o incluso M&M's, como hice yo.
Precalentamos el horno a 200º durante unos 10 minutos y luego lo bajamos a 170º y metemos las galletas.
Las horneamos durante unos 15 minutos y, pasado este tiempo, las sacamos y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Salen un montón de galletas (unos60 ositos aproximadamente), así que yo metí unas cuantas en cajitas de cartón para regalar.
Y el resto nos las quedamos nosotros para merendar, porque al Chico Pecoso le encantan, son unas de las galletas que más le gustan.
Si queréis, además de los ojos y la nariz, podéis dibujarles orejitas, ombligo, zarpas, etc.
Son unas galletas de mantequilla muy ricas, crujientes y fáciles de preparar. Y si además las hacéis en forma de ositos abrazando almendras, son absolutamente adorables. ¡Que las disfrutéis!
¡Feliz domingo!
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Guía de regalos para Navidad
Hoy vengo con un post cargadito de ideas para regalar esta Navidad o para completar nuestra "wish list". Ahora que todavía quedan unos días antes de que Papá Noel llegue a nuestras casas, he aprovechado para hacer una selección de algunos de mis regalos favoritos para mujeres, hombres y niños. Muchos de estos regalos son cosas que ya tengo en casa y que os recomiendo (los he marcado con un asterisco) y otros están en mi lista de deseables (para mí o para regalar en alguna fecha señalada).
La mayoría de estos productos que he seleccionado son creaciones de pequeños emprendedores, no sólo porque considere importante apoyar las nuevas iniciativas de jóvenes (y no tan jóvenes) creadores, sino porque últimamente parece que las buenas ideas, las más bonitas, originales y hechas con cariño son precisamente éstas. Y lo que necesitamos, especialmente en Navidad, son cosas hechas con mucho amor. Así que aquí os dejo mi selección con 30 posibles regalos para toda la familia.
1. Vela Suite en París, la última creación de Olivia Soaps. - 18 €. Todas sus velas son una maravilla, así que estoy deseando saber con qué nos sorprende esta vez.
2. Anillo de oro con forma de corazón de Small Branch.* - 95 €. Fue mi regalo de San Valentín de este año del Chico Pecoso.
4. Pack "Paquito El Chocolatero" de Real Fábrica Española, con tazas y chocolatera de peltre, cestito de palma y tableta de chocolate de Simón Coll. - 22 €
5. Taza dorada con inicial (edición limitada) de Anthropologie.* - 11 €. Nosotros tenemos la M de Miranda.
6. Cake stand de cerámica color amarillo (a la venta en María Lunarillos).* - 44,85 €. Yo lo tengo en tamaño pequeño y me encanta. Os lo enseñé en el post del honeycomb candy.
7. Collar "Etoile" con piedra semipreciosa de Je Suis Coquette. - 17,95 €. Ayer fui a ver a Jéssica, de Je Suis Coquette, al Winter Market (siempre es un placer, porque es encantadora) y me compré unos pendientes de la misma colección que el collar de la foto y otro colgante (ése no estaba, así que a la próxima). Me encantan sus accesorios porque, además de ser preciosos y delicados, se nota que están hechos con mucho mimo.
8. Sombrero de fieltro beige de Lucía Be.* - 50 €. Lo estrené hace poco, es chulísimo y, como dice la propia Lucía, está "hecho en el campo con amor".
10. Bolso de piel personalizable (con colores e iniciales) de Mattea Bags.* - Desde75 €. Yo tengo la cartera de mano con los colores que veis en la foto y dos tiras más (negra y sol), y también el modelo bowling (ambos con mis iniciales). Os los recomiendo porque, además de bonitos, son de muy buena calidad.
1. Tabla de madera con forma de piña para servir o cortar de The Crazy Craftsman (a la venta en Real Fábrica Española). - 26,50 €
3. Elixir para barba de Olivia Soaps.* - 14 €. El Chico Pecoso lo tiene y os puedo asegurar que deja la barba supersuave.
4. Mapamundi de corcho, a la venta en Quelovendan.com.* - 24,90 €. Ya os lo enseñé lleno de chinchetas de colores, fotos y cuerdas (en plan espía) en mi Instagram.
5. Cómic "Sandía para cenar" de Javi de Castro. - 9 €. Ya lo he pedido y está en camino (junto con su primera obra, "Agustín"). Nada más leer la descripción supe que se vendría conmigo a casa: "un cómic en el que costumbrismo y fantasía se dan la mano, como si Woody Allen dirigiera un capítulo de Black Mirror". Además, quedaos con el nombre del autor, porque este chico promete.
6. Taza con inicial de Anthropologie.* - 8 €. Tenemos mi E (que habréis visto en este post, por ejemplo) y la J del Chico Pecoso.
7. Correa de piel para la cámara de Bokeh Leathers.* - 55,12 €. La correa ya os la enseñé en Instagram y la cámara que aparece en la foto es casualmente la misma que le he regalado al Chico Pecoso esta Navidad (lo sé, me he adelantado un poco).
8. Tabla de madera serigrafiada y personalizable de Woowlow. - Desde 34 €. En el post sobre la habitación de Miranda habréis visto la tabla que tenemos con el mensaje "Life is better with you".
10. Pack navideño de conservas y aperitivos, de Mojámate. - Desde 24,95 €. Esto también está en camino: mojama de atún, bonito del norte, anchoas del Cantábrico (que son una de las cosas que más eché de menos en el embarazo), nueces de pecán caramelizadas... Se me hace la boca agua.
PARA NIÑOS
1. Cuchara grabada de La Tienda de El Sofá Amarillo.* - 21,50 €. La cuchara de la foto es una de las cosas que compré para Miranda antes de que naciera.
2. Puerta del ratoncito Pérez de Oui Oui. - 30 €. A Miranda todavía le quedan unos cuantos años para que se le empiecen a caer los dientes (le acaba de salir ahora el primero), pero aún así ya tenemos en la lista de deseos estas preciosas puertecitas y sus accesorios para el ratoncito Pérez.
3. Libro de cuentos infantiles "Batiscafo en el mar".* - 22 €. Tanto las ilustraciones como las historias son una preciosidad. Además, uno de los cuentos del libro se llama "Miranda y el viento".
5. Banderola personalizable de To The Wild. - Desde 12 €. También tienen tipis indios, por si os da pereza hacerlo vosotros mismos con el tutorial que publiqué hace tiempo en el blog.
9. Libro "Pequeños grandes fotógrafos" de Jackie Rueda para Imaginarium. 9,95 €. Me encanta la idea de este manual de fotografía para niños. Bonito, divertido y lleno de inspiración, al más puro estilo Jackie.
10. Babuchas mallorquinas de Real Fábrica Española.* - 11,80 €. Yo las tengo y son comodísimas. Estoy deseando comprárselas a Miranda.
Espero que estas tres listas os hayan ayudado con vuestra carta a los Reyes o Papá Noel, que hayáis sido muy buenos este año y que os traigan todo lo que pidáis.
¡Feliz domingo!
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Desayuno navideño
Como parece que en Navidad el protagonismo de nuestras mesas se lo llevan únicamente las copiosas cenas y comidas familiares, hoy he querido traeros un delicioso desayuno navideño para disfrutarlo tranquilamente durante cualquiera de las festivas mañanas de invierno que se aproximan.
Y para ello os traigo cuatro sencillos dulces con los sabores característicos de esta época del año tan especial: galletas de jengibre, tortitas de manzana y canela, chocolate caliente de avellanas y bundt cake de calabaza especiado.
Para las tortitas de manzana y canela, yo utilizo como base la receta que os enseñé aquí (reduciendo las cantidades a la mitad, para dos personas) añadiendo únicamente a la masa una manzana en compota (podéis hacerla cociendo o asando la manzana), una cucharadita de canela en polvo y una cucharada más de harina.
La receta del bundt cake de calabaza especiado (spicy pumpkin bundt cake) la publiqué aquí hace algunos años. Es muy sencillo de preparar y aguanta muy bien varios días, porque tiene una textura muy jugosa. Además, el aroma de todas las especias le da un toque navideño que resulta delicioso.
Las galletas de jengibre no pueden faltar en Navidad, ya sean en forma de casita (como os enseñé aquí), en forma del clásico hombrecito de jengibre o como figuras navideñas variadas. Yo esta vez las hice simplemente con forma de estrella y las decoré con fondant blanco. Son unas galletas muy ricas y crujientes, y las especias que llevan son muy parecidas a las del bundt cake de calabaza.
Y para beber en un desayuno navideño que se precie no puede faltar el chocolate caliente. Podéis hacer un chocolate clásico, como os enseñé aquí, o un chocolate caliente de avellanas utilizando Nutella. Es muy rápido de preparar y está buenísimo. Yo pongo dos cucharadas de Nutella por cada taza de leche y lo caliento en un cazo a fuego medio junto con una cucharada de cacao puro en polvo y una pizca de sal.
Para acompañar las tortitas, además de un jarrita con sirope de arce, preparé un poco más de compota, cociendo la manzana junto con un par de ramas de canela y una cucharada de azúcar. Y para servir, dejé también algunos trozos de esta manzana sin triturar.
Como veis, cuatro platos muy sencillos (las galletas y el bizcocho se pueden preparar días antes) para disfrutar de un delicioso desayuno en familia y tener una todavía más "dulce Navidad".
¡Feliz domingo y feliz Navidad!
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El verdadero sentido de la Navidad
Hoy no pensaba publicar ningún post, porque me estoy tomando un descanso navideño, aprovechando al máximo todas las horas del día con el Chico Pecoso y Miranda, visitando a la familia y quedando con amigos que viven fuera el resto del año y vuelven a casa por Navidad. Pero me he acordado del especial de Navidad que publicó el Doctor Repronto hace unos cuantos años y me apetecía compartirlo con vosotros.
Ya os conté aquí lo mucho que me gustan las "Reflexiones de Repronto" y el trabajo que hacen Raúl Minchinela (aka Dr. Repronto) y compañía en cada uno de sus vídeos, haciéndonos pensar y descubriéndonos cosas tan interesantes como qué es Goofy en realidad (si aún no habéis visto esa reflexión, dadle al play y sorprendeos).
Además, he tenido el placer de ver a Raúl Minchinela en persona en tres ocasiones a lo largo de los últimos años durante los divertidísimos "Trash entre amigos"que han ido organizado Vigalondo, Absence, Lardín y él por distintas ciudades españolas y que os recomiendo que no os perdáis si pasan por vuestra ciudad. Por si no sabéis de qué se trata, en un "Trash entre amigos" vemos una película de serie B en una sala de cine mientras ellos cuatro (micrófono en mano) van haciendo comentarios desternillantes de lo que sucede en pantalla (muy al estilo del uso actual que se hace de Twitter con el visionado de algunos programas de televisión).
Pero volviendo a las "Reflexiones de Repronto", este capítulo navideño me gustó especialmente en su momento porque supone una gran lección de divulgación científica de un tema tan popular y cotidiano en nuestras vidas como es la celebración año tras año de la Navidad.
Y termino este último post del año deseando que paséis una nochevieja estupenda y enviándoos mis mejores deseos para este nuevo año 2015. Que lo disfrutéis con mucha salud y en buena compañía.
¡Feliz domingo y Feliz Año!
¡Feliz domingo y Feliz Año!
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Recordando 2014
Como cada año por estas fechas, os traigo un resumen de todas las cosas que hemos ido viendo en el blog a lo largo del año. Esta vez, y debido al parón por la llegada de Miranda, hay menos recetas y DIY de lo habitual, pero aún así ha sido un año lleno de ricos desayunos y meriendas, con bizcochos, tartas, galletas, batidos y demás dulces (incluso con algún que otro plato salado).
Mis posts favoritos de 2014 en cuanto a recetas han sido: el milhojas de crema y frutas que preparé para nuestro tercer aniversario de boda, el "afternoon tea" al más puro estilo inglés que disfrutamos en nuestra casa y el picnic de invierno junto a la Albufera en el que merendamos un delicioso chocolate caliente con galletas.
Fila 1: Bundt cake de arándanos y naranja, cuatro sencillos batidos de frutas naturales, mousse de limón y chocolate blanco.
Fila 3: Galletas de ositos con almendras y M&M's, milhojas de crema y frutas, compota de ruibarbo con bizcocho de vainilla.
Fila 4: Ricotta plum cake (bizcocho de ciruelas y ricotta), cómo hacer las tortitas perfectas, cómo preparar una tabla de quesos.
Fila 5: Tres sencillos sándwiches para cenas rápidas, cómo preparar un "afternoon tea" en casa, nuestro último desayuno en la terraza.
Fila 6: Desayuno navideño, desayuno inglés en el jardín, picnic de invierno con chocolate caliente y galletas de pistachos, chocolate blanco y arándanos rojos.
En cuanto a manualidades y decoración, a excepción de estos tres DIY con pasta de modelar que publiqué hace poco, la cosa se ha reducido a la preparación de la habitación de Miranda (ya en la nueva casa tras la mudanza) y a la preciosa letra con bombillas que el Chico Pecoso y yo le fabricamos unos meses antes de que naciera.
Y por supuesto lo más importante del año ha sido el nacimiento de Miranda, que ha convertido este ya finalizado 2014 en el mejor año de nuestras vidas, superando con creces cualquier expectativa que pudiésemos tener. Estos ocho meses con ella se nos han pasado volando (es lo que pasa cuando te diviertes), y es que cuando pensábamos que ya no podíamos ser más felices, Miranda ha llenado todavía más nuestra casa de risas, mimos, besos y bailes, haciendo que cada día que pasa sea mucho mejor que el anterior.
Gracias a todos los que nos habéis acompañado y habéis compartido con nosotros a través del blog este año tan emocionante; nunca podremos agradeceros lo suficiente todo el cariño que nos mostráis cada semana.
Gracias a todos los que nos habéis acompañado y habéis compartido con nosotros a través del blog este año tan emocionante; nunca podremos agradeceros lo suficiente todo el cariño que nos mostráis cada semana.
¡Mil gracias y feliz domingo!
P.D.: Podéis leer también aquí los resúmenes de los últimos años: 2013, 2012, 2011 (en 2010 y 2009 no hice posts recopilatorios).
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